Winds of Freedom | Hiccup Had...
By newtmas-
[ LIBRO DOS ] WOF | ❝COMO LAS ESTRELLAS PERSIGUEN AL SOL, ELLA FORJÓ SU CAMINO HACIA LA LIBERTAD❞ Hubo un ini... More
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━━CAPÍTULO UNO━━
ESTRELLAS Y LÁGRIMAS
Sus manos tenían el peso de todos lo que haría, sus ojos eran un mar abierto de estrellas interminables refugiadas en un abismo de oscuridad, su cuerpo era parte del infinito que la rodeaba y sobre su cabeza, una corona plateada reposaba, acomodada perfectamente entre sus cabellos castaños. Su ser, su cuerpo... Ella, ella estaba ahí sin notarlo, pérdida, sintiéndose consumida bajo sus propios pensamientos, pero sus ojos, de color ámbar, miraban a la nada hacia lo perdido, hacia el brillo titilante que se alcanzaba a percibir entre las sombras del pasado. Y su alma era lo único que se aferraba a ese pequeño atisbo de luz.
Como una estrella cayendo, se sentía perdida, conocía todo a su alrededor, pero ese vacío en su pecho... Era una emoción indescriptible, de esas que apretujan tu corazón desde lo más profundo. Todo se sentía vacío. Sigrid se sentía vacía, solo quería que aquel dolor terminara, que aquel dolor que le oprimía el pecho la dejase respirar y continuar con su vida, que la dejase terminar de una vez con todo.
—Aquí estás. —Aquella voz tan familiar, tan conocida que le devolvía la luz de la vida con tan solo verlo se hizo presente, Sigrid se sobresaltó un poco y se apresuró para pasar la manga de su vestido negro sobre el rastro de las lágrimas que salieron de sus ojos cuando menos se dio cuenta—. Mi Reina.
—Hipo... —Sigrid lo miró tomar asiento a un lado de ella. Había estado en el jardín trasero del castillo, observando el camino de flores y colores que cubrían la superficie mientras se quedaba en la banca favorita de su padre cada que salía con Señor Bigotes a tomar aire fresco—. Por favor...
—No me pidas que me vaya, porque no podría hacerlo —dijo él, mirando el sol sobre sus ojos, ya habían pasado por mi mismo una y otra vez, pero Hipo no se rendiría—. Estás en mi cabeza, estás en mi corazón, estás en mi ser —murmuró lentamente cuando ella conectó sus ojos con los suyos, Sigrid exhaló el aire que había estado reteniendo sin darse cuenta y el vikingo terminó de limpiar las lágrimas que tenía debajo de las mejillas.
Solamente habían pasado tres meses desde lo ocurrido, aún las heridas seguían abiertas y ninguno de los dos sabía cuando las cosas mejorarían. Hipo había perdido a su padre medio año atrás, el dolor seguía, pero ya podía seguir adelante, tratando de apoyar a Sigrid como ella lo había apoyado a él, aunque fuese difícil. Su ascenso al trono había sido duro para todos, el pueblo tenía una reina rota a punto de rendirse... Pero Hipo, él no dejaría que eso pasara, estaría ahí para ella pese a las adversidades, pese a sus obligaciones como Jefe de Berk.
—Pensé que te alegraría verlo —continuó Hipo, cargando entre sus brazos a Señor Bigotes que había dejado de ocultarse entre las estanterías para dormir todo el día debajo de las mesas en las cocinas. Claramente Señor Bigotes sabía que su dueño no estaba más con él, pero incluso continuaba buscándolo y Sigrid solo se preguntaba, ¿cómo decirle que no volvería a ver a Bastón?—. Todo va a mejorar, te lo prometo.
Sigrid se giró para verlo con los ojos enrojecidos y sonrió sin mostrar los dientes, por el intento de animarla. Estiró sus brazos y tomó a Señor Bigotes para colocarlo sobre su regazo, el gato ronroneó y se acurrucó entre sus piernas.
—Has hecho mucho por mí —comentó al cabo de unos segundos, acariciando el pelaje blanco del gato. Sus orbes solares se conectaron con los de Hipo, que parecían un valle infinito, como un mundo entero—, no tienes porque verme así o venir, de verdad. Entiendo que tienes otras obligaciones en Berk.
—Sigrid...
—Sabes que es así, Astrid me lo dijo la semana pasada. —Suspiró y lo miró con cariño agradecido, con su mano libre buscó la de él y la entrelazó con la suya—. Estaré bien, s-s-solo, necesito tiempo.
Tiempo.
Eso había dicho a la semana y había pasado un mes completo sin querer salir de sus aposentos. Encerrada en el dolor que creía que merecía, no había dejado a nadie acercarse, no había querido comer y debido a ello había perdido una cantidad de peso considerable. Pese a los intentos de Said, Kristoff o cualquier otro queriendo ayudar ella no cedió, ni siquiera con Hipo. No hasta que pasó un mes y supo que no podía continuar así, no podía dejar a la gente de lado y el reino desorganizado. El peso recaía sobre ella, de ella era la corona y era su deber mantener el orden, no podía derrumbarse, no más y apenas lo estaba asimilando.
—Synn —dijo lentamente Hipo, acercó su mano desocupada hasta su mentón para hacer que la mirase lentamente y cuando sus ojos encontraron los suyos, continuó—, no importa el tiempo que pase, yo estaré aquí... Tienes que confiar en mí, ¿lo haces? —Ella asintió sin dudarlo y abrió la boca para decir algo, pero Hipo continuó—. Vamos a poder, Synn.
Aquellas palabras, no importaban las veces que tuviera que repetirlas para que se diera cuenta de que no estaba sola, las seguiría diciendo hasta que pudiese levantarse y continuar. Ayudarla a continuar, ayudarla a seguir adelante.
Con un suspiro, Hipo miró como ella fijó su vista en el vacío, sin responder. Su cuerpo estaba ahí, pero su mente seguía pensando en los acontecimientos de meses atrás. Las noches que se quedaba en Kain era incapaz de dormir al estar preocupado por ella, las pesadillas la perseguían del recuerdo del cuerpo de su padre y las heridas que habían marcado su piel antes de arrebatarle la vida. No importaba lo que él dijese, ella no lograba conciliar el sueño, ella no quería continuar.
A punto de bajar la cabeza, vio como ella giró su rostro para verlo y apretó su mano.
—Lo voy a intentar.
Para Hipo, eso era más que suficiente.
⚘❀༄
La cámara del Consejo se encontraba ya habitada cuando llegó, su vestido cayó en ondas, deslizándose sobre el suelo mientras avanzaba y brevemente miró a sus alrededores. Los cuadros sobre las paredes de las pinturas de los antiguos reyes, con breves inscripciones en su lengua natal que describían a cada uno de ellos fue lo único que la sacó del habitual ensimismamiento.
Todos los altos reyes, desde los más antiguos hasta los más recientes, formaban una hilera sobre la extensa pared. Desde el primer soberano en Wessex, el rey Ethan, hasta el primer rey de Nordvind, con el Rey Desmond y los siguientes sucesores. Al final de la pared, mientras caminaba, Sigrid distinguió el cuadro de su abuelo Eilad Whiterkler y se detuvo para mirarlo. Su cabello castaño dorado, sus ojos grises y piel ligeramente bronceada.
Sigrid no había tenido la gracia de conocerlo, él había muerto antes de que pudiera hacerlo. Pero por las historias de su padre sabía que él fue conocido como El Explorador, desde muy pequeño cuando su padre enfermó subió al poder pese a ser el hermano menor, ya que Tiberio era hijo bastardo. Sin embargo, no dejó que aquello le arruinara sus planes y metas de vida así que a los 18 años partió dejando con toda confianza a su hermano el cargo mientras se ausentaba y viajó hasta límites desconocidos en compañía de sus hombres.
Pasó de corte en corte para formar alianzas y navegó en los mares al sur hasta que tiempo después llegó hasta Al - Ándulus, un territorio de musulmanes conquistadores. Eilad había salido vivo de ahí y con grandes alianzas, en donde conoció a la que sería su esposa Geneyra, una dama prisionera de ahí a quien había salvado gracias a su influencia. Su viaje duró 7 largos años, en los que regresó a Kain como un rey casado, recibió muchas críticas por la mujer con la que se había casado qué no poseía un título real o fuese diferente; pues Geneyra era de piel morena y ojos cafés y cuatro años más tardes tuvieron a su primer heredero, Branden; quién heredó las características físicas de su madre y los ojos de su padre, ante aquello, las críticas no se hicieron esperar, críticas que se fueron con el viento conforme Bran fue creciendo.
Sigrid sabía que su padre destacó en su juventud como un caballero apuesto, partícipe de muchas batallas en las cuales salió victorioso y a pesar de las conquistas, su padre siempre estuvo interesado en Kenia cuando la conoció tras una presentación formal. Y aunque en un principio Kenia parecía dudar por las habilidades de Branden en conquistar a cientos de chicas, al final Branden logró ganar su corazón.
Recorrió el último pasillo y miró con nostalgia el cuadro de su padre en su juventud cuando recién fue coronado. Él tampoco había tenido una coronación motivo de alegría, sino, todo lo contrario. Y, sin dejar que aquello la fuese a distraer, continuó su camino hasta avanzar sobre la mesa larga que la esperaba y la silla de la Reina encabezando a los demás. Los lores se pusieron de pie tras notar su llegada y tomaron asiento luego de que Sigrid se sentara en su respectiva silla.
—Majestad, que sorpresa, temíamos comenzar nuevamente la reunión sin usted —habló Lord Charles con su marcado acento e hizo una inclinación.
—Oh, no es necesario llegar a tales extremos, Lord Charles —respondió Sigrid sin mirarlo—. De hecho, la reunión del día de hoy será breve, primeramente he decidido que las reuniones del Consejo ya solo serán una vez al mes. —Las voces de los presentes se hicieron escuchar ante la indignación y el reclamo, Sigrid no se inmutó y alzó la mano para hacerlos callar—. O cuando yo lo decida.
—¿Y a qué se debe tan repentina decisión, Majestad? —preguntó Lord Tiberio sin mostrar atisbo alguno de curiosidad.
—No necesito que interfieran en asuntos del Reino por mí —respondió sin darse más rodeos—. Meses atrás habían sugerido medidas de seguridad que claramente fallaron —continuó, haciendo notar su enfado.
—Majestad, si lo dice por... —Lord Benedict se calló tras notar la mirada de Sigrid.
—Recuerdo exactamente hace unos meses cómo propusieron mejorar la seguridad del reino, pero eso no evitó que aquellas personas entraran y les arrebatara su rey —dijo bruscamente, Lord Cornelius que había estado a punto de hablar cerró la boca—. Ahora que han demostrado su fracaso en cuanto a temas de seguridad, me tomé la libertad de hacer unos cuantos cambios.
La única manera en la que Sigrid dejaba de culparse a sí misma o dejaba de llorar por su padre era estando enojada. Enojo, era lo único que podía sentir, era lo único en lo que se enfocaba. Y aunque no estaba completamente segura de que ellos habían sido —porque los hombres que identificaron aquel día tenían un emblema vikingo de un cuervo—, centrar su enojo hacia ellos era lo único que la permitía estar parada frente a ellos y seguir adelante. Encontraría las respuestas ella misma de ser necesario, sin importar las consecuencias.
Sigrid pasó su mirada por todos y suspiró, antes de retomar la palabra.
—Cualquier derecho legal que tuviesen para hacer cambios sin el permiso del rey queda anulado —decretó, esta vez las voces hicieron coro y algunos hasta se pusieron de pie, entre ellos Lord Charles, mientras tanto su tío permaneció con el rostro analítico y estático sin mover un solo músculo—. Es por ello que he decidido nombrar a Kristoff Haraldsen como mi regente.
Sin prestar atención, hizo un ademán a uno de los guardias que abrieron las puertas y de ellas entraron Said y Kristoff, esta vez no usaban el traje de la guardia de Kain, tenían puesto uno parecido al azul marino que solían usar solo que este era negro con dorado.
—Estoy seguro que su Majestad tiene un buen motivo para dichos cambios imprudentes, ¿o me equivoco? —bisbiseó Lord Tiberio, haciendo un ademán a los demás lores para que tomaran asiento nuevamente y se callaran—. Porque debe ser importante sí se ha atrevido a ascender a un bastardo a un puesto que está fuera de sus capacidades.
Sigrid Inspiró profundo antes de asentir hacia Kristoff que se había detenido. Posó su mirada en su primo una última vez antes de mirar a su tío y hablar, lentamente y con claridad.
—No tengo intención de llegar a medidas drásticas, mi lord, así que solo lo diré una vez —comunicó—. Cualquier persona que se atreva a decir un comentario más hacia su regente quedara relevado de su cargo y despojado de sus títulos, no me interesa sí esos títulos fueron cedidos a través de su linaje familiar; los títulos se otorgan a través de las acciones y lo que Kristoff me ha demostrado es prueba del valor y sus capacidades como para afrontar el cargo.
» Así que cuando yo no esté, él lo estará y tendrá la misma autoridad que yo tengo cuando este ausente.
—El pueblo no lo seguirá —dijo como afirmación Lord Charles.
—El pueblo sigue a su Reina —interrumpió Said desde su lugar, avanzando unos pasos más para quedar frente a ellos—. Y nosotros somos el pueblo, así que mejor que comience dando el ejemplo, Lord Charles.
Sigrid agradeció con la mirada a Said pues temía estallar de más, no dijo nada y esperó a que ambos se sentasen en los dos asientos libres que quedaban a un lado del suyo respectivamente. Cuando lo hicieron, Lord Charles volvió a hablar, con el rostro rojo debido al enojo y la indignación.
—¿Cómo podemos permitir que un soldado nos hable de esta forma? ¿Y qué clase de ejemplo desea poner a todo el reino haciendo este tipo de actos? —preguntó, señalando con su mano todo a su alrededor.
—O peor, nombrando regente a alguien que no es completamente kainiano —añadió Lord Gray, que hasta ahora había permanecido callado—, Majestad.
—Precisamente ese —respondió la reina y suspiró—. Es tiempo de que el reino deje los prejuicios entre los vikingos, no somos diferentes a ellos. —Al ver que estarían por volver a hablar se acomodó sobre su silla—. Respecto a su primera pregunta, Lord Charles, uno de los avisos de este día es que Said se ha convertido en mi Mano Derecha y por eso está aquí.
» Ahora, señores, permítanme —continuó cuando volvieron a comenzar a hablar—. Como sabrán la isla Fair es vasalla de Kain desde hace un año y tal como años atrás en los que Aren Kerr vivió en Kain por un tiempo, su Jefa actual, Idunn Kerr estará viviendo en Kain...
Un golpe sobre la mesa la hizo detenerse, los lores se habían puesto de pie nuevamente comenzando a negarse rotundamente. Kristoff se puso de pie y extendió ambas manos hacia ellos.
—Señores, señores —habló en voz alta sin captar del todo su atención—. Dejen hablar a la Reina.
—¿Usted espera que aceptemos esos ridículos cambios y no digamos nada al respecto? —preguntó Lord Benedict con un notable tono de enfado—. Se ausenta por meses y lo primero que viene a decir es que ascendió a un bas... A un hijo nacido fuera del matrimonio y a un soldado como Segunda Mano —Se corrigió y prosiguió—. Y encima va a permitir que una vikinga ponga un pie sobre esta isla, nuestro hogar.
» Si tiene un poco de racionalidad volverá a dejar las cosas como antes y nos permitirá hacernos cargo de los asuntos importantes, usted está muy joven y claramente no puede reinar por sí misma.
Pero Sigrid se puso de pie y los miró con frialdad en el corazón.
—No le estoy preguntando por su opinión, Lord Benedict —dijo lentamente, miró como todos se callaban y tomaban asiento y del otro lado vio a su tío Tiberio observar a Lord Charles con algo que distinguió como enojo y reproche, pero lo ignoró y continuó—. Les estoy informando como serán las cosas de ahora en adelante, buenas tardes.
Y, sin decir nada más, abandonó el montículo seguida de sus guardias, dando por finalizada la reunión.
⚘❀༄
Al anochecer las estrellas brillaban, más radiantes que nunca, iluminando con su manto platinado el reino. El viento helado de ese día sacudió las hojas de los árboles haciendo que estas se deslizaran con suavidad sobre la tierra húmeda y algunos lobos aullaron a la noche encima de las colinas más alejadas del castillo.
Bajo el sonido de los búhos ululando, las ramas moviéndose y los grillos cantando Sigrid se mantuvo recargada sobre el borde del balcón de su habitación viendo la tranquilidad de la noche. Dejó su cabello sin peinar, cayéndole como una cortina cubriendo las partes descubiertas del vestido oscuro de aquel día, sus manos temblaban ligeramente por el frío y por el dolor y su rostro se mantuvo cabizbajo sin atreverse a ver lo preciosa que era la noche aquel día.
—Te encontré. —Hipo se acercó con pasos calmados hasta donde se encontraba Sigrid, era su última noche quedándose en Kain pues tenía que regresar a coordinar las cosas en Berk, no podía dejarle todo a Astrid a pesar de que la hubiese dejado como su segunda al mando—. ¿Cómo estuvo la reunión? —preguntó cuando ella se giró para saludarlo con una media sonrisa, triste.
—Mejor de lo que esperaba —admitió y dejó caer los brazos descubiertos sobre la baranda mientras suspiraba.
Había visto a Hipo tratando de hacer lo mejor por verla bien, así que tras pensárselo a pesar de lo que sentía por dentro, la tristeza y el vacío consumiéndola lentamente, no le permitiría verlo. Él no merecía verla de esa manera, tan frágil, tan expuesta. Así que en su lugar le regaló una sonrisa.
—No tomaron muy bien cuando les dije que Kristoff sería mi regente y Said mi mano —añadió con una ligera risa que fue acompañada por Hipo cuando este se terminó acercando—. Mucho menos lo de Idunn.
—Les dejaste con suficientes noticias como para no dormir —Hipo alzó la vista hacia el cielo nocturno y soltó un suspiro, desde ahí, se podían apreciar las casas del pueblo iluminadas por las antorchas y más a lo lejos el mar, que se veía con aguas plateadas bajo el brillo de las estrellas—. ¿Cómo se encuentra tu madre?
—Ella se encuentra un poco mejor —respondió—. Mejor de lo que podría imaginar, al menos —añadió—. Antes de que... Antes de que él muriera, ya sabes, mi mamá no parecía estar bien. —Su labio inferior tembló—. Nunca me dijo la razón a pesar de que lo intenté y ahora sus heridas han curado, pero se rehúsa a salir o dejar que alguien la vea. —Su voz se quebró al tiempo que algunas lágrimas cayeron por sus mejillas y la mano de Hipo se acercó hasta acariciar su brazo cercano.
No aceptaba ni siquiera que la viera cuando intentaba hacer de lejos el dolor, Sigrid sabía que había algo que le estaba ocultando y aquello le carcomía el alma, pero sentía que ambas necesitaban encontrar ese cierre en sus vidas antes de dar un paso hacia adelante. Ambas debían salir de aquel dolor por su cuenta y comenzar a sanar.
Sigrid dejó que Hipo la rodeara entre sus brazos mientras se aferraba a él, a su aliento, a su aroma, a su ser. Las manos de él se deslizaron suavemente entre su cabello ondulado comenzando a jugar con él y su cintura al tiempo en que ella se recargaba contra su hombro.
—A veces me pregunto sí ella sabía lo que pasaría —murmuró al cabo de unos instantes más—. Ella lo quería, de verdad lo hacía.
—Quizás tenía sospechas —habló Hipo, la voz ronca bajo la noche y el frío y se separó para mirarla—. Todo sucedió muy pronto, necesitan sanar. —Sigrid abrió la poca para replicar y él la detuvo bajando la mirada y acariciando sus manos, hasta que algo lo hizo fruncir el ceño—. No recordaba esto —comentó curioso ante la marca sobre los brazos y Sigrid bajó la vista un poco ruborizada.
—No quería que se vieran las cicatrices —comenzó, señalando las estrellas tatuadas sobre su antebrazo izquierdo formando una lluvia de ellas y alrededor de estas un par de símbolos kainianos que representaban los cuatro pilares del reinado cubierto de estrellas de distintos tamaños—. Fui con mi prima unas semanas atrás y ella me ayudó.
Hipo observó con detenimiento cada runa de la lengua ancestral kainiana y con la yema de sus dedos recorrió con suavidad las estrellas marcadas sobre su piel, Sigrid aguantó la respiración al verlo, concentrado en cada caricia, cada toque.
—Por sí alguna vez no te lo dije —comentó él finalmente, alzando la mirada para verla—. Con cicatrices o no, sigues siendo igual de hermosa, Mi Reina.
» Son la prueba de lo fuerte que has sido hasta este momento, son la prueba de que vas a salir adelante, vamos a salir adelante y estaré para ti, siempre que me necesites.
Sobre esas estrellas y lágrimas, Sigrid se prometió que sanaría, no por ella, sino por todos los que la rodeaban y necesitaban.
¡Hola!
Les traigo un capítulo algo corto y lleno de dolor, sentía que debía hacer un cierre con todo lo de Bastón para poder continuar sooo, ahí está. ¿Qué creen que pase en los demás caps con Sigrid haciendo enfurecer a los lores? Jsjs
Otra cosita, ¿Cómo han sentido la evolución de Sigrid a lo largo de todos los capítulos? ¿Tienen alguna idea de que pasa con Kenia? ¿O qué harán los lores? 👀 Leo sus teorías.
¡Espero que les haya gustado! Btw, en unos días estaré subiendo el apartado del sondtrack y los personajes bc agregué algunos nuevos sooo, para que estén atentas <3