—Ah, eres tú —soltó, cuando reconoció la cabellera negra como un cuervo de Daven.
El mencionado entrecerró sus ojos castaños y, al ver el arma en su mano, no pudo evitar sorprenderse.
—Eres rápida —observó, se alejó una vez más para asomarse al exterior y cuando regresó, se quitó las botas y se sacudió la nieve—. Esto es una locura, apenas comenzaron los meses del sol y ya tenemos tormentas de nieve una vez más. No pude ver mucho, la nieve cubre todo el perímetro, pero encontré comida.
—Al menos de hambre no moriremos —ironizó la pelirroja y se sentó cerca del fuego, aún hecha un ovillo y abrazada a sus rodillas—. ¿Qué viste entonces? Te tardaste horas.
El pelinegro no respondió pronto, se acercó frotando sus manos y se inclinó frente a la fogata para recibir calor. Estas se las llevó a sus labios y luego, repitió la acción. El temblor de Idunn no había cesado en lo absoluto.
—Que cómodo se está aquí adentro —comentó el kainiano, soltó un suspiro aliviado y sacó la bolsa con las provisiones que había traído consigo—. Dios, no aguantas nada. Acércate más al fuego o morirás antes de la batalla.
—Estoy muy cercana al fuego, por sí no lo has visto —replicó la pelirroja en un bufido, maldijo cuando sus dientes temblaron y el kainiano esbozó una sonrisa—. No es divertido para nada, mejor responde a mí pregunta.
—Ah, aburrida. —El pelinegro se incorporó para echar más leña a la fogata y sacó las provisiones para calentarlas—. Encontré un camino al pueblo sin ser descubiertos, llegar al castillo no será tan fácil, pero en el pueblo tendremos la oportunidad de comunicarnos con Leith. Deberemos esperar a que la tormenta de nieve pase para ponernos en marcha, sí seguimos en un mismo lugar por mucho tiempo es posible que no puedas caminar del frío.
—Deberás dormir con un ojo abierto, Warren.
La risa ligera de Daven provocó que una oleada de calor se transportara a su cuerpo.
—Aunque estaría complacido de morir por ti, tenemos trabajo que hacer —alegó el pelinegro y ensartó la carne sobre unos palillos para colocarla sobre el fuego—. ¿Qué? —preguntó al sentir su mirada, la cual no era nada amigable.
—No vuelvas a salir solo. —Sus palabras fueron precisas, sonaron como una orden. El ceño de la pelirroja estaba fruncido—. Estamos aquí para hacer el mismo trabajo, no tenemos una manera para comunicarnos y nos arriesgas a ser descubiertos. Debemos aprender a trabajar en equipo.
—Está bien...
—En esta ocasión, fue porque conocías el perímetro y estás más familiarizado con el reino —prosiguió, se descubrió un poco el rostro para que la viese—. Pero sí la próxima vez te vuelves a ir, te golpearé cuando regreses.
Algunas horas después, cuando hubiesen saciado su hambre con lo poco que tuvieron, el clima no había mejorado. La tormenta con el pasar las horas se había vuelto más intensa, por lo que era imposible definir sí ya había atardecido o no. Pequeños copos de nieve se infiltraron dentro de la cueva gracias a los fuertes vientos que azotaban el bosque fuera de esta, Idunn los admiró desde lejos y los odió en el fondo por ser la causa de sus temblores. Tenía la nariz roja por el frío y Daven no había tardado en molestarla por ello.
—Acércate a dormir conmigo —habló Idunn cuando no pudo más, la fogata se había apagado por tercera ocasión y Daven la volvía a encender, el pelinegro alzó y bajó las cejas un par de veces por su propuesta—. No me refiero a lo que tú mente sucia esté pensando, idiota. No quiero amanecer congelada.
Una risa ronca escapó de los labios del pelinegro cuando la escuchó. Se tomó su tiempo en encender la fogata y se aseguró de colocar los suficientes troncos de madera para que no se volviera a apagar.

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Winds of Freedom | Hiccup Haddock ?
Fanfiction[ LIBRO DOS ] WOF | ?COMO LAS ESTRELLAS PERSIGUEN AL SOL, ELLA FORJ? SU CAMINO HACIA LA LIBERTAD? Hubo un inicio y un final durante la vida de Sigrid Whiterkler. Y ese inicio, fue marcado por dragones. (NO leer sin haber ledo CROWN primero.) Queda...
XVIII: whispered souls
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